Dependiendo del tipo de tarta hay diferentes modos de conservación.
Tartas de Mantequilla: Nuestras tartas de buttercream llevan mantequilla, y para disfrutar de sus sabores y texturas hay que dejarlas atemperar fuera de la nevera mínimo 3 horas antes de consumirlas. Si sobra después de la celebración, podéis dejarla a temperatura ambiente para consumir en las próximas 24 horas. Si las vais a consumir más tarde, puedes guardarla en la nevera, pero recuerda atemperarla 3 horas antes de servirla.
Tartas de Crema de Queso: Las tartas con crema de queso como la Red Velvet, Tarta de Zanahoria o la Tarta Green Velvet se conservan en la nevera, pero recomendamos sacarlas un rato antes de consumirlas para que no estén muy frías.
Tartas con Nata: Las tartas con nata como la Tarta Selva Negra se conservan en la nevera, pero recomendamos sacarlas un rato antes de consumirlas para que no estén muy frías.
Tartas de Queso: Las tartas de queso se conservan en la nevera.