San Valero, rosconero y ventolero.
Todo el mundo relaciona a Zaragoza con las festividades en honor de la Virgen del Pilar, pero el patrón de la ciudad es en realidad San Valero.
San Valero fue obispo en la Caesaragusta del siglo III y fue hecho cautivo durante la persecución de Diocleciano.
Cuenta la leyenda que Valero era tartamudo, y que durante el juicio fue su diácono San Vicente Mártir quién habló por ambos. Lo atrevido de su discurso le costó la vida. Los restos de Valero comenzaron a ser venerados durante la edad media, y fueron objeto de varios desplazamientos y disputas. Hoy descansan en la Seo de Zaragoza, a pocos metros de Mi HABITACIÓN favorita.
La tradición pastelera de Zaragoza hizo que el más célebre de los dulces, el roscón, fuera asociado a la festividad del patrón. Y el clima ventoso de la ciudad a finales de Enero hizo el resto. Ya teníamos la célebre frase que todos los zaragozanos conoce. San Valero, rosconero y ventolero.
Tradicionalmente se prepara un roscón gigante en la Plaza del Pilar, donde muchos zaragozanos hacen fila para recoger su pedazo.
También podéis acercaros a nuestra pastelería, a pocos metros de la Plaza del Pilar, en Mi HABITACIÓN favorita, donde podéis encontrar el mejor roscón artesano de San Valero.